«Marx ha vuelto» en la Casa del Pueblo

El sábado 7 se presentará la obra “Marx ha vuelto”, un unipersonal interpretado y dirigido por Leandro Sánchez Arauz, integrante de Teatro de Los Sin Vergüenza, en una única función a las 22:00hs en el Centro Cultural Casa del Pueblo, ubicado en calle Entre Ríos 488.

“Marx ha vuelto” es una comedia enmarcada en la gira “Marx al Sur 2013” previa a su participación en el Festival del Mercosur. La obra lleva cuatro años consecutivos presentándose en distintos países de Latinoamérica, hace aproximadamente 40 días que comenzó la gira que ya lo ha llevado a recorrer El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Argentina, Uruguay y Chile.

Leandro Sánchez Arauz es argentino con padre de nacionalidad nicaragüense, razón por la cual comenzó su carrera como actor en 1987, en el Teatro Universitario de la UCA, en Nicaragua. Diez años después se trasladó a El Salvador, país donde reside actualmente, fue allí donde comenzó a trabajar como actor independiente. Ha participado en más de 50 espectáculos teatrales, de danza y ópera, además de desempeñarse en el cine, la radio, la televisión y la docencia. En octubre de 2007 fundó el “Teatro de Los Sin Vergüenza” con el propósito de abarcar todo tipo de público y llevar a escena propuestas de calidad, que puedan competir en el ámbito internacional.

La obra:

El filósofo Karl Marx obtiene un permiso para volver al mundo. Los principales acontecimientos de la vida de Marx y de la historia de su época están presentes en la obra: su matrimonio con Jenny, su exilio en Londres, la muerte de sus tres hijos y los conflictos políticos de aquellos momentos. El personaje cuestiona los errores históricos de modo directo y divertido, y evidencia la vigencia de su pensamiento.

Sánchez señaló que “Marx ha vuelto” fue estrenada en el Festival de las Artes en 2009 en San Salvador, y se trata de una obra en la que se incursionó en un teatro de mayor compromiso social, sin olvidar el fino humor que los caracteriza y conduce a la reflexión. “Lo que más disfruto haciendo de Marx es atravesar una montaña rusa de emociones, junto con la complicidad del público. Me gusta escuchar las risas, así como el silencio absoluto ante algo serio o trágico. Sobre todo me gusta la curiosidad y las interrogantes que quedan en el público. Y, por supuesto el aplauso final. El público valora el trabajo en el aplauso. La verdad es que disfruto mucho haciendo unipersonal” dice el actor.

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