Un mundo por vacunar, pero sin vacunas

por Federico Coguzza En el libro “Patas Arriba, la escuela del mundo al revés”, Eduardo Galeano cuenta que una tarde un hombre encontró tirada la lámpara de Aladino, y que ni lerdo ni perezoso la frotó. El genio apareció y, además de saludar, le dijo al hombre que pidiera un único deseo. El pedido no se hizo esperar: “Deseo que resucites a mi madre”. El genio hizo una mueca, tal deseo era imposible. Sugirió al hombre que pidiera otro. Y el hombre pidió: “Deseo que el mundo no siga gastando (Leer más…)

Tango Negro

por Federico Coguzza Las manos del músico y pintor argentino Juan Carlos Cáceres acarician las teclas del piano, y acompañan su voz grave que no canta, sino que cuenta: “Trataré de hablar de la música más blanca del continente americano, que a pesar de todo tiene en sus orígenes algo de africanidad a través de sus raíces”. Son escasos 20 segundos, los primeros del documental “Tango Negro. Las raíces africanas del tango”, que dirigió y estrenó en el año 2013 el director angoleño Dom Pedro. Sin embargo, son suficientes para (Leer más…)

Educar en la incertidumbre

por Federico Coguzza Septiembre de 2016. Centro Cultural Kirchner. El ministro de Educación Esteban Bullrich expone en el panel “La construcción del Capital Humano para el Futuro” organizado por el Foro de Inversiones y Negocios, más conocido como Mini Davos: «El problema es que nosotros tenemos que educar a los niños y niñas del sistema educativo argentino para que hagan dos cosas: O que sean los que crean empleos, que le aportan al mundo empleos… crear algunos Marcos Galperin (fundador de Mercado Libre) o crear argentinos que sean capaces de (Leer más…)

Aguafuertes del Subte

por Federico Coguzza El 23 de noviembre de 1929, Roberto Arlt escribió una nota para el diario El Mundo que tituló “Para qué sirve el progreso”. Uno de los fragmentos del texto dice: “ahora nos levantamos a la mañana, nos metemos en un coche que corre en un subterráneo, salimos después de viajar entre la luz eléctrica; respiramos dos minutos el aire de la calle en la superficie, nos metemos en el subsuelo o en una oficina a trabajar con luz artificial. A mediodía salimos, prensados entre luces eléctricas, comemos con menos (Leer más…)