Argentina, una sombra ya pronto serás

por Federico Coguzza Osvaldo Soriano trabaja en una narración que un par de años después verá la luz como El ojo de la patria: un espía argentino en París al que le encomiendan la tarea de repatriar un prócer robotizado, algo así como una momia restaurada que lo único que hace es putear a Rivadavia y Saavedra. Es 1990 y una serie de cortocircuitos en la redacción lo alejan de Página /12 durante la segunda mitad del año. En ese tiempo cubre para Il Manifesto el Mundial de Italia, y (Leer más…)

Roberto Arlt, de oficio grabador

por Federico Coguzza La lámina metálica es barnizada o cubierta con cera resistente a los ácidos. Un grabador, estilete de punta cónica muy afilada en mano, dibuja sobre ella. La lámina es sumergida en una solución de agua y ácido nítrico que la corroe. Se retira el barniz, y la plancha ya está lista para el proceso de estampado. Luego vendrán el papel, la tinta y la prensa. Esta modalidad de grabado, cuyo origen se debate entre Alemania e Italia, lleva el nombre de Aguafuerte. Aguafuerte también se llama la (Leer más…)

Autogestión y cooperativismo contra la crisis habitacional

Organizaciones y movimientos sociales luchan por una. La nacionalización y profundización de la Ley 341. por Federico Coguzza “El debate es largo, pero hay que visibilizar, comunicar y hacer docencia porque no está instalada masivamente la potencialidad de la autogestión”, señala Carla Rodríguez, referente del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI) e integrante del Colectivo de Hábitat Popular, cuando la conversación está por terminar. Es una buena síntesis de la lucha que las organizaciones, cooperativas y movimientos sociales impulsan y llevan a cabo en relación a la crisis habitacional que (Leer más…)

Triste, solitario y final

por Federico Cogguzza “La primera vez que posé mis ojos en Terry Lennox, éste estaba borracho, en un Rolls Royce Silver Wraith frente a la terraza de The Dancers (…) Me dirigí a casa reflexionando sobre lo ocurrido. Creo ser un tipo duro, pero había algo en ese muchacho que me impresionó. No sabía qué era, a menos que se tratara del cabello blanco, las cicatrices en la cara, su voz clara y su cortesía. Tal vez todo aquello fuera suficiente. No había motivo para pensar que podría volver a (Leer más…)