Sencillamente Fontova

Horacio Fontova, «El Negro», el músico, el actor, el escritor, el dibujante, el compositor se fue una mañana de pandemia y cuarentena. No se lo llevó el virus, sino una larga enfermedad que lo mantuvo alejado desde hace más de un año de la escena artística. Odiado, amado, peronista, «El Negro» siempre asumió con escrupulosa dedicación e inagotable humor su vida, sus oficios y su arte. Su partida, nos arranca un personaje emblemático de la cultura popular. Los diversos territorios del arte por los que transitó tuvo como denominadores comunes (Leer más…)

Gerontofobia y represión

por Sibila Camps Aviso: me llevará varios párrafos analizar la casi prisión domiciliaria con tobillera telefónica (147) impuesta por Rodríguez Larreta para personas mayores de 70 años, y convalidada por Alberto Fernández. Varios párrafos y un gran esfuerzo para dominar la rabia; pero invito a leerlos y a expresarse, aquí y en todos los lugares posibles. En primer lugar, quisiera saber el fundamento científico, ya que decir que el promedio de edad de muertes por COVID-19 es de 71 años es irrelevante en función de esta prohibición. Necesitaría saber: 1) (Leer más…)

«La dictadura fue la materialización más extrema del Estado violador»

«Putas» es una marca estigmatizante de todos los tiempos hacia las mujeres en la cultura machista y «guerrilleras» era el rótulo que los militares de los 70 les imponían a las mujeres militantes: la reedición del libro «Putas y guerrilleras» de Olga Wornat y Miriam Lewin, permite resignificar la connotación de estas palabras en un nuevo contexto delineado por el peso de las luchas feministas. El libro, relanzado por Planeta luego de su edición original de 2014, rastrea la historia de las mujeres secuestradas en la dictadura y cuenta en (Leer más…)

Crónicas VAStardas

CUARENTENA por Gustavo Zanella Rompo la cuarentena, el sábado, el domingo, ya no me acuerdo. Vivo perdido, como en esa novela de Verne, «Dos años de vacaciones», pero sin vacaciones porque laburo desde casa. Salgo a la calle después de dos semanas. Tengo que ir al centro de Kathan City a comprar remedios y comida. Voy pateando porque los pocos bondis que pasan lo hacen cada tanto y hasta la manija. La distancia social es para Bélgica. Me cruzo con bocha de gente en bicicleta. La mayoría de los negocios (Leer más…)