Una Agencia de Bienes a la medida de la especulación inmobiliaria

 (…) Cada uno tiene lo que la liberalidad del rey no le ha confiscado. Importa pues, al rey, ya que de ello estriba su seguridad, que el pueblo posea lo menos posible, a fin de que no se engría con sus bienes y libertad. Pues tanto la riqueza como la libertad hacen aguantar con menos paciencia las leyes duras e injustas. Por el contrario, la indigencia y la miseria embotan los ánimos y quitan a los oprimidos el talante de la libertad.