El Cadáver Peregrino

Por Daniel Chiarenza. Los afanes de los «libertadores» chocarían con un obstáculo impensado: el cadáver embalsamado de Evita. Esos restos incorruptibles, producto de la pericia del Dr. Ara, habían sido olvidados en la orgía destructiva inicial. Ese cuerpo prolongaba de manera fantasmal la presencia aborrecida de Eva Perón.